Tuesday, November 07, 2006

Exiliados puertas adentro



Son millones los chilenos que arrastran existencias miserables, pero que carecen de los contactos o las agallas para irse muy lejos de esta maravilla de país


José María Muñoz
(21/08/06)

HAY ALGO PEOR que tener que irse de Chile y que sentir que este país hace mal cuando se viene de visita: ser un exiliado en tu propio país, es decir tener que permanecer aquí porque no queda otra, pero acumulando frustración. Es lo que le sucede a millones de chilenos que acá sobreviven al pedo.

Es mucha la gente que nada tiene que ver con derechas beatas de ladrones y criminales, ni con concertaciones corruptas e incompetentes ni menos aún con izquierdas vociferantes de los derechos de todo tipo, pero haraganes a la hora del trabajo e intolerantes como la derecha más Opus Dei.

En Chile hay miles de exiliados que viven excluidos dentro de las fronteras del propio país, pero que jamás alzan la voz ni tienen la oportunidad de llorar el destierro en otros lugares del mundo y que se les escuche, si es que no alcanzaron a agarrar un pedazo de la repartija que han hecho del país los otroras adalides del marxismo semianalfabeto e ideológico.

En Chile es mucha la gente que está descontenta, ya sea con los bajos sueldos, con la inmundicia y la corrupción conforme a la ley que cada día se observa en la calle y en todas partes, con los empresarios abusadores que se enriquecen día a día mientras el resto se empobrece, la delincuencia callejera hace nata, lo mismo que la de cuello y corbata, la Justicia se muestra inoperante y otra serie de cosas que desde afuera no se ven.. Sin embargo, millones se bancan todo esto en silencio para mantener el salario "acorde a mercado" de 150 lucas.

En este contexto de país, los verdaderos exiliados son los que no pertenecen a las mafias políticas y/o herederas, los que se han ilusionado con el cuento de que en Chile el trabajo propio sirve para salir adelante, pero no han tomado en cuenta de que todo está ocupado por intereses, ya sea de uno u otro lado, para favorecerse mutuamente y mantener todo igual. Por eso es que tenemos una de las movilidades sociales más bajas del mundo: si naces pobre, lo más probable es que mueras pobre, a pesar, muchas veces, del instituto o la universidad. De la misma forma, si naces adinerado, aunque seas el imbécil e inepto más grande del mundo, lo más probable es que mueras siendo también adinerado. Sucede lo mismo si naces en una familia de politiqueros, de "artistas", o de pungas o maracas con buenos contactos; ése es nuestro Chile, país de los herederos y sus lameculos serviciales.

Los integrantes del 5% más rico del país perciben un ingreso 200 veces superior al del 5% más pobre. Por eso, Chile es deprimente, tenemos un coeficiente de Gini de entre 0.55 a 0.57: si somos objetivos con este dato, somos ante el mundo un país tan injusto como Swazilandia, Brasil, Lesotho o Sudáfrica, países con apartheid racial y paradigmas de la injusticia, corrupción y tercermundismo. ¿Por qué Chile debe ser distinto y considerado mejor? En rigor, nuestro país es un Estado que en su interior aloja a dos naciones, una, la de los herederos económicos, culturales y políticos, y otra, la de los pobres huevones que sólo se sacan la mierda trabajando para un lote de familias de cafiches y ladrones que parasitan del Estado y los recursos naturales del país. Para el resto no hay nada, ni siquiera derecho a enfermarse y ser bien atendido, o a tener una vejez con una pensión digna por estar en una AFP.

Y todo esto, gracias a nuestro sistema político, el mismo que los señores ahora no quieren cambiar, vociferando y amenazando, como siempre, ante el miedo a perder sus granjerías y privilegios, como dijera el iluso de Salvador Allende, cuando confiaba en todos los oportunistas que hoy nos gobiernan y se llenan los bolsillos a vista y paciencia de todo el mundo.



Recopilado por dpm
07-Nov-2006

Saturday, September 16, 2006

Indemnización por años de servicio vs. Ominami


Y yo que pensaba que mi capacidad de asombro estaba agotada, cuando me entero al entrar a “El Mostrador” que el señor Ominami, socialista, estaba planteando de eliminar la indemnización por años de servicio de la gente que trabaja, lo expreso de esta manera, pues si digo “trabajadores” puedo ser tildado de “comunista de mierda”.

Me quedé estupefacto...Ominami está por eliminar la indemnización por años de servicio, menos mal que este... es socialista y parte del gobierno de Verónica, mas conocida como Michelle, que si no...Dios nos pille confesados.


Parece que el señor Ominami no trabajó nunca en Chile, ¿sabrá el señor “O” lo que son los contratos temporales o por faena?, contratos que no están afectos a indemnización por años de servicio, estos contratos no constituyen antigüedad, o sea, una constructora durante toda su existencia como tal, puede contratar a su personal por cada obra en particular y cada vez que se termine esa faena, finiquitar a su personal sin indemnización, independiente del tiempo que dure la ejecución de la misma, o sea, un viejo, se puede jubilar a punta de puros contratos temporales.

Sabrá el señor “O” de los contratos a plazo fijo, que tampoco están afectos a indemnización por años de servicio...claro me podrán decir que una empresa no puede hacer mas de dos contratos a plazo fijo seguidos, pues el tercero debe ser por tiempo indefinido, efectivamente es así...pero que es lo que hacen los señores empresarios...te mandan para la casa 15 días y te llaman y te vuelven a contratar a plazo fijo...¿qué tal...ca?

Yo tengo 55 años y recién a partir del año 1993 tengo imposiciones por 60 UF, que es el tope, antes de eso trabajé con contratos a honorarios y tuve un empleador brujo para tener el carné de FONASA, en algunas empresas en las que trabajé me pagaban una parte como sueldo imponible y otra parte a honorarios con boleta...¿y que? ¿a quien le íbamos a reclamar? Si se te ocurría ir a la Inspección del trabajo ¡olvídate! Mejor te dedicabas a vender super 8.


O sea que este señor “O” ,que entre paréntesis es ex Institutano y compañero de mi hermano, quiera derogar la indemnización por años de servicio...no me cabe en la cabeza....pero si ya en tiempos del innombrable le pusieron tope de 11 años...por favor.


Este brevas, perdonando la expresión, mejor que se cambie a la UDI, esta puro we...como socialista o mejor dicho socio listo de los otros, esos chup...como dijo su socio de partido el Escalona... que tremenda voltereta, que dirá su “hijo” Marcos del exabrupto de su “padre”.

Xuxa madre no me esperaba este numerito de un socialista...aunque pensándolo bien después de que otro socialista, que fue presidente con mi voto, aumentara el IVA, en vez de ponerle impuestos a las mineras...no debiera estar sorprendido.


No fui upeliento ni soy decé...lo que si tengo claro es que no soy de derecha, vivo de mi trabajo, soy creyente, no reniego de mis raíces y trato de aportar con mis impuestos a que Chile sea un país más equitativo en el reparto de sus “frutos”.




http://www.senado.cl/prontus_cominami/site/artic/20060418/pags/20060418191713.html

Estamos saldando una deuda con uno de los sectores más vulnerables de la sociedad (Abril 2006)


“Yo valoro muy positivamente la aprobación por parte del Congreso Nacional del primer proyecto del Gobierno de la Presidenta Michelle Bachellet que reajusta en un 10% las pensiones mínimas y asistenciales con cargo a la mantención del IVA en 19%, porque entrega beneficios a un sector particularmente vulnerable de la sociedad.
Es un sector que tiene muchas carencias y que no tiene capacidad de presión. Es un sector que no hace huelgas, que no puede paralizar el país. Y, desde ese punto de vista, me parece que partir por este proyecto traduce bien la voluntad del actual Gobierno de avanzar en la dirección del establecimiento de un sistema de protección social que pueda cubrir dignamente las necesidades de las personas desde la niñez hasta la edad adulta.”


Senador Carlos Ominami


¿Cómo se conjuga esto, léase el párrafo anterior y la “protección social” al eliminar la indemnización por años de servicio?
¿Qué le va quedando a la “gente” que trabaja, aparte del “chorreo” de las utilidades del patrón?
La indemnización por años de servicio es el único “salvavidas” que nos queda a los asalariados, después del PLR que el empleador nos da, a veces inmerecidamente, es una compensación a los no aumentos, a la minusvalía del sueldo, a lo despiadado del sistema.

En aras de la flexibilidad laboral parece que han convencido a mi tío “O” que se aumentará el empleo pos’hombre, una vez que eliminemos esta picantería de indemnización que nos limita la capacidad de dar empleo..pos ñato.
Después podemos seguir eliminando el fuero maternal...porque quien les manda a embarazarse a las poco hombres...mirssch

Menos mal que el gobierno de Verónica es socialista...y hoy mas que nunca podemos vociferar a ciencia cierta que...

"La izquierda y la derecha unidas jamás serán vencidas"

Wednesday, August 16, 2006

¿¿ JUSTICIA ??


ESCAPE LIBRE
Fallo fallado


La figura de Claudio Spiniak será recordada por su coprofagia y no por ser un pedófilo y abusador de menores. Coprofagia, bonita palabra. Comemierda, como dicen los venezolanos. Ahora la coprofagia la practicamos todos, los que tenemos que comernos este fallo.…





Rafael Cavada

La justicia ha fallado, claro que sí. Garrafalmente. Finalmente fueron cinco años y un día. Por abuso de cuatro menores. Ni violación, ni asociación ilícita, ni nada. Sólo abuso de cuatro menores que, además, eran niños de la calle. O sea, de segunda, sin dignidad, sin derechos, sin honra, sin defensa, sin sentimientos, carne de cañón, basura humana. ¡Si ni siquiera pagan impuestos! Porque si el delito lo hubiese cometido el papá de uno de esos niños, algún perdedor de pobla, un vago alcohólico, y si la víctima hubiese sido la hija de Claudio Spiniak, otro gallo cantaría. Pero los fallos no se comentan. No se comenta que el cura Jolo recibiera prácticamente la misma pena por dañar la honra de un senador de la república.

Conclusión lógica: la honra de una persona vale lo mismo que el abuso de cuatro niños de la calle. Mentir es igual a violentar adolescentes, a marcarlos de por vida, llevándolos a fiestas, dándoles drogas, abusando de ellos. Pero el tipo no era jefe de la organización, era un cliente. Y los cómplices, ¿cómo se llaman? ¿Socios tal vez? ¿Proveedores? ¿Intermediarios? ¿Subcontratistas? Entonces, los niños abusados serían ¿prestadores de servicios? Si esto sigue así, quizás Spiniak se haga merecedor a un premio en la próxima reunión de empresarios.

Estoy siendo exagerado. ¿O no? Claudio Spiniak fue condenado en base a una verdad jurídica. Pero la verdad jurídica –lo que se puede probar– no es igual a la verdad a secas. Porque lo que se pueda probar no es necesariamente igual a lo que se cometió. En rigor, cualquiera puede violar a una niña y luego matarla y esconder el cadáver por varios años.

Cuando lo encuentren no habrá forma de probar la violación. Pero eso no significa que la niña no haya sido violada. De la misma manera, acá se ha cumplido con la ley. Y la ley dice por ahí, en esa serie de legajos que sólo los iniciados conocen, que el abuso de menores sólo es igual a insultar la honra; algo un poco más grave que robarse un balón de gas. Por tanto, tenemos que la condena se ha hecho respecto de una verdad jurídica ciñéndose a lo que establece la ley.

Se ha cumplido con la ecuación verdad jurídica-ley-condena. De ahí a que se haya hecho justicia hay una distancia tan grande como de la Tierra al Sol. Pero claro, esto no es fruto de la casualidad, se debe a buenos abogados defensores. ¿Cómo definir a un buen abogado? ¿El que hace que su defendido no tenga una pena mayor ni menor que la que se merece? Suena lindo, pero es ingenuo.

Un buen abogado es el que logra que su defendido obtenga la menor pena posible, el que usa todo recurso, toda artimaña o ardid –como hubiese dicho Gloria Ana– para evitar que el sujeto que le paga permanezca un día más de lo necesario en prisión. Y sí, es cierto que todo el mundo tiene derecho a defensa. Y mucho me parece que mientras más dinero tiene, más derechos y mejor defensa.

Y no es que me molesten los mercenarios.

Siento una enorme fascinación por esos soldados de fortuna que arriendan su espada al mejor postor y son capaces de arriesgar la vida por una causa sin preguntar demasiado. ¿Cómo funcionará ese ser? ¿Cuáles son sus parámetros, sus lealtades, sus códigos de conducta? Pero cuando un mercenario me la vende de idealista, me rompe las pelotas. Y cuando el señor Luis Hermosilla, defensor de Claudio Spiniak, habla de justicia, no sé si reírme o llorar a gritos,

Probablemente poco de esto se recordará en algunos años. El dinero y el poder inducen la amnesia social. Quizás en doce años más, la figura de Claudio Spiniak será recordada por su coprofagia y no por ser un pedófilo y abusador de menores. Coprofagia, bonita palabra. Comemierda, como dicen los venezolanos. Claudio Spiniak, sus abogados y el fallo le han dado un nuevo sentido a la palabra.

Ahora la coprofagia la practicamos todos, los que tenemos que comernos este fallo y enfrentar sin ningún tipo de disculpa que en Chile, si se tiene el poder suficiente, si los delitos se cometen en el momento adecuado, si se puede pagar a un buen abogado, abusar de un niño es sólo un poco más grave que robarse un balón de gas. LND

Wednesday, July 12, 2006

Poder Popular - Patricio Navia


Porque la izquierda en Chile todavía carga con su historia de menosprecio a la democracia electoral durante la UP, para evitar que vuelva a aparecer el fantasma del poder popular, la Presidenta Bachelet debe aclarar su concepción de democracia participativa. En toda democracia sana, las necesarias reformas a favor de mayor participación buscan fortalecer la rendición de cuentas y la transparencia de la democracia representativa.

La tensión entre democracia participativa y representativa está hoy en el centro de nuestro sistema político. La democracia representativa se funda en el principio de la igualdad al momento del voto. El día que escogemos autoridades, el voto del más educado pesa lo mismo que el voto de un analfabeto, y la opinión de aquellos que ganan el sueldo mínimo vale igual a la de los más ricos. Pero ya que existen una serie de restricciones (como el sistema binominal, la ausencia de inscripción automática, la elección indirecta de los Consejos Regionales o el distinto tamaño de los distritos electorales) que hacen insuficientemente representativa a nuestra democracia, es loable que la Presidenta quiera mejorar la calidad de nuestro sistema institucional.

Bachelet ha expresado su preferencia por los gobiernos ciudadanos. Pero aunque la democracia participativa parece una vía razonable y atractiva, hay una serie de defectos que la hacen poco conveniente. Cuando participamos no somos todos iguales. Aquellos que pueden salir a la calle ejercen más influencia que los demás (estudiantes versus jubilados). Los que tienen más dinero, o mejores herramientas, pueden influir más en las decisiones sobre políticas públicas (imaginemos la capacidad de organización de los microbuseros versus los residentes rurales). Los que gritan más fuerte o tiran más piedras llevan las de ganar en la democracia participativa.

Ahora bien, la democracia representativa funciona mucho mejor con una ciudadanía informada. Por ello, es imprescindible mejorar los mecanismos de rendición de cuentas y transparencia del gobierno. La transparencia en el financiamiento de las campañas, un sistema electoral competitivo, un sistema judicial independiente pero también moderno y ágil ayudarían a mejorar la calidad de nuestra democracia. La transparencia en los partidos políticos (en su financiamiento, elecciones internas y nominación de candidatos) también serían reformas bienvenidas. Por cierto, el secretismo es enemigo de la democracia representativa.

Nuestro país ya sufrió una vez con el irresponsable menosprecio de la democracia representativa. No podemos volver a cometer ese error. Sin duda que hay que mejorar la democracia representativa e introducir mecanismos que faciliten y fortalezcan el control ciudadano. Pero idealizar el pueblo en la calle y manifestar una nostálgica preferencia por el poder popular por sobre la democracia representativa constituye el peor error que puede cometer la izquierda en Chile hoy.

Friday, June 16, 2006

Dia del padre ó ¿como quieres que tus hijos te recuerden?

Recuerdo haber asistido a una escuela para padres hace unos 25 años atrás…ayer solamente…”que 20 años no es nada …”
Una pregunta hicieron los conductores de la “escuela”:

¿Cómo les gustaría que los recordaran sus hijos?


- Que felicidad cuando me fuiste a dejar en mi primer día de clases a la Escuela Olea, todavía recuerdo el beso y el abrazo que me diste, más esa moneda para comprarme un dulce. No me tomaste fotos, en esos tiempos no era muy común tener cámaras fotográficas y nosotros no teníamos, en fin me sentí respaldado venciendo el miedo natural de mi primer día de clases con un regimiento de niños desconocidos.

- Que alegría cuando me llevabas a los columpios de la plaza Bogota a disfrutar del aire libre y aprovechabas de comprarme ese helado que a mi tanto me gustaba.


- Nadie gozaba más con la celebración que hacías de mis cumpleaños, con gorros, serpentinas, y una rica torta que compartíamos con mi hermano y amigos.

- Cuanto me entretenía con las revistas de monitos que nos traías, ya que en esos tiempos todavía no llegaba la tele, y la única entretención era la radio y las revistas.


- Que lindo fue veranear contigo y disfrutar de la arena y playas de Quinteros, entrar al mar de tu mano con la seguridad que nada podía pasarme.

- Cómo olvidar ese día tan especial cuando me regalaste esa bicicleta aro 26 blanca que fue la envidia de todos mis amigos y los no tan amigos también.


- Contento te pusiste cuando comprobaste que había aprobado el examen de admisión al gran Instituto Nacional y me premiaste con una gran once en el café Paula de la calle Ahumada.

- Orgulloso me sentía que participaras de las reuniones de apoderados del colegio pues me reafirmabas y sentía tu respaldo y preocupación por mi y mis cosas.


- Valoro el hecho que hayas sido comunicativo con nosotros para nuestra formación moral y ética, diciendo y aportando el consejo justo en el momento oportuno.

- Valore profundamente ese regalo que me hiciste cuando egresé de mi enseñanza secundaria, ese juego de lapiceras que era recuerdo de tu hermano fallecido.


- Gracias por guiarme en mi camino hacia la universidad y no poner trabas de ninguna especie para poder desarrollarme como persona.

- Gracias por hacernos partícipes de tus negocios e inversiones para darle a nuestra madre una vejez cómoda y sin apreturas pensando siempre en nuestro bienestar colectivo como familia.


- Celebro tu actitud generosa con nuestra madre que siempre se esmero en atendernos como príncipes y tu siempre trataste de darle en el gusto en todo dándole la libertad necesaria para que se realizara como persona.

- Padre mío…gracias

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Hijas mías de mi corazón, ustedes saben fehacientemente que todo el ensayo anteriormente escrito, no tiene nada que ver con mi realidad de hijo respecto de mi padre, es una letanía que ya tengo asumida y no me causa ningún dolor y ni la más mínima pena, con los años el pellejo se va poniendo más duro e impermeable a este tipo de remembranzas que ya son sólo historia, sólo las he descrito a manera de recuerdo anecdótico ejemplificando en la persona de mi padre el arquetipo de un no-padre universal.


Efectivamente nadie le enseña a uno a ser padre, la única referencia son los que nos dieron la vida…mi vida, nada me deben, nada les pido, excepto honrarme, si me he equivocado ha sido sin intención, no me juzguen, no me mal traten, no me mal digan, creo que no me lo merezco ni me lo he ganado, al final cosecharé lo que haya sembrado, lo único que me importa es que ustedes sean felices, vuestra felicidad es mi felicidad, cuando vivan la experiencia de criar unas personitas pequeñitas desde el día uno… me entenderán perfectamente.


Espero me recuerden como alguien que se esforzó por ser menos malo cada día, predicar con el ejemplo, que trató de ser buen padre siempre y que tengan claro también que así como hay hombres que no aprenden nunca a ser PADRES hay mujeres que sólo saben parir y nunca aprenden como ser MADRES .

Saturday, June 03, 2006

A propósito de Institutanos



Soy un ex-alumno del gran Instituto Nacional, egresé en 1969 junto a todos los que estamos en la foto, esta foto tiene un particularidad que no había advertido, hasta que cierto individuo se hiciera famoso por un cargo en el gobierno del Sr. Lagos, ocurre que al lado de este personaje está un ex-compañero de ocho años de estudio que hoy es un detenido desaparecido, triste recuerdo, lo que deberia ser un grato recuerdo de juventud se empaña por una acción del "innombrable" que hoy goza de buena salud y no le ha salido ni "por curado", urgando en mi pc encontré esta foto que hoy les expongo.

Cordiales saludos

dpm

Saturday, May 27, 2006

El príncipe

Este artículo por supuesto que no lo encontrarán el algún diario de la linea del "decano" o de Copesa.

dpm

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Hoy se declara “exonerado político” y es jefe de Departamento en la SAFP
Edwin Dimter, el sádico “Príncipe” del Estadio Chile

Por décadas logró ocultar su identidad, cubierto por el silencio de sus antiguos camaradas de armas. Edwin Dimter Bianchi, audaz protagonista del tanquetazo de junio de 1973, fue “El Príncipe”, el sádico niño bonito del Estadio Chile al que le han imputado la muerte de Víctor Jara. Hoy, se declara exonerado político y ocupa una jefatura de Departamento en la Superintendencia de AFP.

Pascale Bonnefoy

Al “Príncipe” no lo olvidarían jamás los cerca de cinco mil detenidos en el Estadio Chile los días posteriores al golpe militar de 1973. Era alto, rubio, de ojos azules, pelo engominado hacia atrás: un perfecto pije que se paseaba en los pasillos superiores del Estadio como pavo real, siempre balanceando un linchaco, permanentemente amenazando e insultando a los prisioneros.

“¿Me escucha la cloaca marxista? ¿Me oyen los comemierda? ¡Ahora se acabaron los discursos, chuchas de su madre! Ahora van a tener que trabajar. Los que se nieguen a trabajar, los fusilaremos. ¿Me escuchan los vendepatria?” El oficial, con su vozarrón, no necesitaba usar el micrófono dispuesto en el pasillo del segundo piso del Estadio Chile. “¡Tengo voz de Príncipe!” exclamó ante miles de detenidos. Así, el arrogante teniente de 23 años quedó como el “Príncipe”, y su cara redonda y bonita permanecería grabada en la retina de los prisioneros políticos para siempre.

En las últimas semanas, media docena de ellos ha reconocido a Edwin Dimter como el “Príncipe”, al verlo en persona y a través de fotografías.

“Todos los presos teníamos que mantenernos trotando con las manos en la nuca, mientras avanzábamos hacia un mesón donde Dimter anotaba los nombres de los presos. Mientras estaba en la fila, tenía que aprenderme mi número de carnet antes de llegar al mesón. Saltaba y me memorizaba el RUT. Cuando llegué al mesón, lo miré a él, y recordé mi RUT. Por eso se me grabó su rostro, su cara de angel, porque fue mirándolo que me aprendí mi RUT por primera vez,” relata Víctor García, entonces estudiante de la UTE recluido en el Estadio.

Así lo ha afirmado también un oficial de Ejército en retiro que conoció a Dimter cuando éste era recién un cadete en la Escuela Militar a mediados de los sesenta, y se lo volvió a encontrar en el Estadio Chile, adonde este oficial había sido enviado a resforzar la guardia exterior.

Y así lo admitió el propio Dimter ante el juez Juan Eduardo Fuentes, quien investiga el asesinato de Víctor Jara en el Estadio Chile. Citado a declarar a mediados de marzo este año, según el abogado Nelson Caucoto, Dimter reconoció ante el magistrado haber estado en el Estadio Chile, aunque no admitió ser el “Príncipe”. Como Dimter, otros dos protagonistas de la sublevación del Regimiento Blindados N° 2 el 29 de junio de 1973, conocido como el “tanquetazo”, en contra del Presidente Salvador Allende, también fueron citados a declarar y reconocieron haber estado en el Estadio Chile: el teniente coronel Roberto Souper y el teniente Raúl Jofré González.

“Dimter y Jofré fueron los más ‘perros’ en el Estadio. Tenían sangre en el ojo. Venían con mucha odiosidad por haber estado presos. Salen libre el día del golpe y se enfrentan a miles de detenidos, completamente a su merced. El ensañamiento para con los presos se explica por el estado psicológico con que venían,” explicó otro oficial de Ejército en retiro que fue instructor de Dimter en la Escuela Militar, y tuvo reiteradas oportunidades de encontrarse con él en los meses previos al golpe militar.

Dimter había recuperado su libertad recién el 11 de septiembre. Junto a Jofré, había permanecido casi tres meses recluido en la Escuela de Telecomunicaciones del Ejército en Peñalolén debido a su participación en el tanquetazo. Esa mañana, Dimter había dirigido una audaz acción de rescate: irrumpió con un tanque en el Ministerio de Defensa para liberar al capitán Sergio Rocha Aros, detenido a disposición de la justicia militar tras haberse detectado días antes el complot en el mismo regimiento. En la acción fue muerto el sargento Rafael Villena. Unos 15 civiles murieron ese día, entre ellos el corresponsal argentino de la Radio y Televisión de Suecia, Leonardo Henrichsen, quien filmó su propia muerte; Dimter es imputado en la querella criminal interpuesta por sus hijos en octubre pasado en Santiago.

El mismo día del golpe, Dimter retornó a su unidad, y según fuentes militares, él y Jofré fueron inmediatamente enviados en “comisión de servicio” al Estadio Chile, inaugurado como tal sólo cuatro años antes.

Era histriónico, y convirtió al Estadio Chile en su nuevo escenario. “En una ocasión, el Príncipe nos mostró un fusil AK-47 desde el pasillo del segundo piso donde hablaba. ‘Esto lo encontramos en un allanamiento. ¡Con esto nos iban a disparar!’ gritó. Uno de los presos preguntó a quiénes iban a disparar. ‘A estos pechos,’ dijo, y sacó su pecho hacia delante,” cuenta Guillermo Orrego, en la época trabajador de Standard Electric, detenido el 12 de septiembre y enviado al Estadio Chile.

Otro ex detenido, el abogado Boris Navia, entonces funcionario de la UTE, describió al “Príncipe” de esta manera: “Subía y bajaba gritando por las escaleras del Estadio. Aparecía de improviso en cualquier sector alto del estadio y los prisioneros debían hacerle silencio… Era un actor de pacotilla. Llevaba siempre en sus manos un linchaco, y al pasar por las hileras de presos que por horas y horas esperaban con las manos en la nuca para ingresar al Estadio, junto con los insultos, los golpeaba con su linchaco, de preferencia en los testículos”.

“En una de sus arengas –continúa Navia- el Príncipe dijo desde lo alto que no tenía porqué ocultar su rostro a estas mierdas marxistas y teatralmente se sacó los lentes ahumados y el casco, lanzando este último en un ademán histriónico. El casco rodó por las gradas, y dos pelados corrieron a buscarlo. Allí, bajo los reflectores que nos enceguecían, pudimos ver claramente su pelo rubio, su tez y ojos claros, su cara redonda, sus rasgos finos de niño bonito.”

Fue el “Príncipe”, según ex detenidos, quien ordenó a un soldado matar a culatazos a un obrero cuando el militar tropezó sobre su pierna. Y según testigos, fue quien atormentó y golpeó personalmente a Víctor Jara. Aunque no se ha establecido judicialmente, el “Príncipe” ha sido sindicado como el que dio muerte al cantante, cuyo cuerpo apareció el 16 de septiembre cerca del Cementerio Metropolitano con 34 impactos de bala, junto a otros cinco ejecutados. Entre ellos, el ex director de Gendarmería, Litré Quiroga, con 38 impactos de bala en el cuerpo.

En diciembre de 2004, el juez Juan Carlos Urrutia procesó al teniente coronel en retiro Mario Manríquez Bravo por el homicidio de Jara, por haber sido el oficial a cargo del Estadio Chile. Sin embargo, aún no se establece quién o quiénes fueron los autores materiales. Numerosos testimonios apuntan al “Príncipe”.

Oriundo de Valdivia y único hombre entre los cinco hijos de Eduino Dimter Sube, descendiente de alemanes que colonizaron el sur chileno, Edwin Dimter Bianchi está emparentado por el lado de su madre, Rosa del Carmen Bianchi Zamora, con el Embajador de Chile en Estados Unidos, Andrés Bianchi Larre, también valdiviano.

En 1969, ya como cadete en la Escuela Militar, Dimter integró un escuadrón blindado junto a otros alumnos que ganarían notoriedad años después: José Gasset Ojeda, quien también participaría en el tanquetazo de 1973; Jorge Acuña Hahn, quien integró la Caravana de la Muerte a Cauquenes en octubre de 1973; y Manuel Provis Carrasco, ex miembro de la Brigada Caupolicán de la DINA, años después, jefe del Batallón de Inteligencia del Ejército, y hoy procesado por el secuestro del químico de la DINA, Eugenio Berríos, y por asociación ilícita en la muerte del coronel Gerardo Huber. El escuadrón lo comandaba el entonces teniente José Zara Holger, ex miembro de la DINA y hoy procesado por el asesinato del general Carlos Prats.

“Conocí a Dimter en la Escuela Militar, cuando él era cadete. Ya entonces todo el mundo le decía ‘el loco Dimter’. Era buen alumno, pero loco. ¡Había que ser un poco loco para meterse con un tanque al Ministerio de Defensa!” afirmó un oficial en retiro.

Dimter egresó el 1 de enero de 1970, al igual que compañeros de promoción como Armando Fernández Larios, Augusto Pinochet Hiriart y Oscar Izurieta Ferrer. Diez días después, el “loco Dimter” viajaría a Panamá junto a más de 100 oficiales chilenos, para recibir un “curso de perfeccionamiento” en la Escuela de las Américas. Dimter tomó el “Curso de Orientación sobre Armas de Combate”, de un mes de duración.

Después de su paso por el Estadio Chile, a comienzos de 1974, Dimter fue enviado a la Escuela de Blindados en Antofagasta. Sin embargo, por razones que aún no se han podido confirmar, fue dado de baja el 31 de diciembre de 1976. Esta baja a destiempo le permitió, y sin duda con algún aval político, postular a los beneficios de la Ley de Exonerados Políticos en febrero de 1999. Fue calificado como tal el 20 de enero del 2000. Se le acreditaron 11 meses, 29 días sin trabajo, por lo que tiene derecho a un abono por esa laguna previsional.

No sería la primera vez que el Programa de Exonerados Políticos del Ministerio del Interior entrega beneficios a criminales. Ya les había pasado con el agente de inteligencia de la Fuerza Aérea, Rafael González Verdugo, procesado por el homicidio en 1973 del estadounidense Charles Horman en el Estadio Nacional, y con el capitán de Carabineros Fernando Chesta Puente, involucrado en la muerte de Sergio Verdugo en 1976.

“A raíz del caso de González Verdugo, nos dimos cuenta que ‘se nos fueron’ unos ocho a nueve casos mal calificados, de militares que postularon como exonerados. A menudo contaron con el aval de un senador que certificaba su calidad de exonerado político. Pero era un proceso poco riguroso,” explicó un funcionario del Programa.

Cuando postuló como “exonerado”, Dimter ya estaba inmerso en el aparato público y en algún momento en el camino, se tituló de contador-auditor. A principios de los ochenta, ingresó al Ministerio de Obras Públicas gracias a los buenos oficios del entonces ministro del ramo, general Bruno Siebert. Después, en 1985, ingresó a la Superintendencia de AFP, escalando posiciones hasta ocupar hoy la jefatura del Departamento de Auditoría de Procesos Especiales y Pensiones, dependiente de la División Control de Instituciones.

Desde su oficina en el piso 14, donde sólo tiene un escritorio y un estante con material de trabajo, Dimter no da pista alguna sobre su vida privada. Ninguna fotografía familiar adorna el lugar; ningún libro revela sus intereses. Según testigos, ni siquiera permite que otros le sirvan el café. El se hace todo solo. Y no quiere saber nada de sus antiguos compañeros de armas, a quienes les dio la espalda hace años.

Si Dimter fue uno de los miles de funcionarios públicos de confianza de la dictadura militar beneficiados por la ley 18.972, dictada en marzo de 1990 por el entonces Ministro del Interior, Carlos Cáceres, que les permitió mantenerse en sus puestos de trabajo, tiene sus días contados.

De acuerdo a una modificación a esa ley promulgada en 2003, el último de los funcionarios que siguen gozando de “sueldos Cáceres”, y que no fueron incorporados a la planta por su jefe superior ese mismo año, tendrán que hacer sus maletas el 30 de junio próximo.

Monday, May 01, 2006

Día del Trabajo

Viendo las imágenes en los noticieros, no puedo dejar de sorprenderme, con la cantidad de cabros destrozándolo todo, cuanta rabia acumulada, cuanta violencia, seguro que a los pocos que lograron apresar les va a caer todo el peso de la ley.
Me pregúnto:

¿Si estuvieran presos los violadores de los derechos humanos, torturadores, etc, etc?

Estos cabros ¿reaccionarían igual?

Creo que no...no tendrían excusa

¿Si existieran salarios dignos con horarios dignos?

Estos cabros ¿reaccionarían igual?

Sinceramente no creo

¿Si a la salud todos tuvieran acceso y no solo los que pueden pagar?

Estos cabros ¿reaccionarían igual?

Pienso que no.

¿Si algun familiar no estuviera cesante o con una mierda de jubilación?

Estos cabros ¿reaccionarían igual?

De adonde

La respuesta a la violencia es violencia, todas las carencias de

los jóvenes y sus familiares son en si mismas violentas...

y frente a eso...que podemos esperar...

Saturday, January 14, 2006

Alternancia en el poder

En esta elección presidencial 2005-2006 un mensaje de campaña que destaca en la derecha es la “alternancia en el poder”. La Alianza ha insistido que el país necesita con urgencia una coalición “alternativa” para conducir el país. En caso contrario nuestra democracia podría debilitarse ante males potenciales que acarrea la ausencia de alternancia: corrupción, nepotismo, intervencionismo, desidia. En efecto, algunos de estos actos ya han sido denunciados en el fragor de la campaña y en algún momento amenazaron empañar el brillante sexenio de Lagos. Por su parte, la Concertación de ganar esta elección alcanzaría 20 años en el poder, superando los 17 del régimen militar. Entonces, una legítima duda recae sobre la capacidad que tendrá para renovarse y evitar los vicios. ¿Es la alternancia en el poder un imperativo para las democracias? ¿No será legítimo que ahora el turno de gobernar sea de la derecha? ¿Es la confianza política un catalizador de las opciones electorales de los ciudadanos?

El uso de la “alternancia en el poder” como lema no es nuevo. En la elección presidencial de 1999 Lavín al referirse al cambio proponía no sólo transformar la calidad de vida de los chilenos, también planteó que la Concertación debía abandonar el poder a riesgo de caer en fatiga y abusos. Consistentemente, en primera vuelta de la elección 2005 y en lo que va de campaña Piñera ha hecho suya esta idea-fuerza. Esta vez, el “cambio” como lema cedió ante uno revestido de mayor sofisticación: “la alternancia en el poder” se observa en consignas como “paremos la sillita musical”, “que ahora les toque a otros gobernar”, “escoba nueva barre mejor que una vieja”, “lo que no hicieron en 16 años ahora menos podrán hacerlo” “caras nuevas para problemas viejos”. La ciudadanía ha escuchado con insistencia que de no gobernar la derecha en el próximo periodo el principio de alternancia en el poder estaría siendo socavado. Los ciudadanos hemos sido informados que una democracia lo requiere, que es parte de su naturaleza y si ello no ocurre la corrupción podría instalarse y extenderse.

Su uso reiterado lo hace el mensaje estrella de esta elección. Conviene entonces discutir su verdadero lugar en las democracias, plantear algunos equívocos en su uso -propio de contiendas discursivamente sostenidas- y aventurar posibles desafíos postelección que su real significado plantea.

Primero, el argumento plantea equívocos. Es muy cierto que un principio elemental de las democracias contemporáneas es la “alternancia en el poder”, pero este principio opera como un conjunto de “garantías” y no como un “imperativo” democrático que las fuerzas políticas pueden invocar cuando no son objeto de las preferencias ciudadanas.

La alternancia en el poder es un requisito presente en las democracias maduras y estables no cuando los partidos políticos se “turnan en el poder” –como bajo aguas sugiere la derecha- sino cuando hay garantías que todas las fuerzas políticas estén en igualdad de condiciones para competir electoralmente y eventualmente gobernar. Comúnmente estas garantías se refieren a la presencia de elecciones libres e informadas, a la existencia de organismos electorales independientes, a la libertad del voto, a la regulación legal de la intervención electoral por parte del gobierno –cuestión donde la Concertación tendría tejado de vidrio-, y en democracias avanzadas, al límite y fuerte reglamentación del uso del dinero en las campañas; todas estas garantías fueron proscritas hace dos décadas en Chile y el Cono Sur y están aún pendientes en muchos lugares del mundo.

Asimismo, que efectivamente una democracia tenga “alternancia en el poder” -una vez presentes los requisitos de competencia electoral- descansa y es decisión soberana de los ciudadanos a través del voto, asunto fundacional de la democracia moderna. Es en el pueblo soberano donde reposa la decisión de alternar sus representantes para que ejerzan el poder o, en otras palabras, decidirse por nuevas alternativas políticas que representen de mejor manera sus intereses individuales o corporativos.

Hablar de alternancia en el poder como un “imperativo” confunde porque a primera vista sugiere que la Concertación mañosa e ilegítimamente ha permanecido gobernando, más por voluntad propia que ciudadana. En cambio, se sostiene que de llegar la Alianza al poder esta creciente anomalía de nuestro sistema democrático podría remediarse. El argumento de la derecha al sugerir que la rotación del poder sería un imperativo más que una decisión soberana de los ciudadanos, privilegia la ley del dedo como principio para decidir quién gobierna. Además, a primera vista plantea que la Alianza debiera gobernar por derecho propio, por cuestión de turno y no por el mérito de sus propuestas programáticas y la acogida que ellas tengan en la ciudadanía. Es cierto que le hace bien a las democracias que los partidos políticos no se perpetúen en el poder, excepto si los ciudadanos deciden lo contrario.

Segundo, la alternancia o la rotación del poder vía elecciones democráticas esta muy asociada a los pactos de confianza entre electores y fuerzas políticas. Conocer por anticipado el futuro nos está impedido. La confianza trata de la incertidumbre que acarrea el futuro sobre los actos de otros con quienes tenemos que obligatoriamente lidiar. La confianza en la capacidad de gobierno de un candidato y su coalición trata del nivel de expectativa que nos hacemos del cumplimiento y no violación de las promesas sostenidas, de la consistencia entre dichos y actos. Aunque el discurso de Hirsch cautivó a muchos en primera vuelta, esa atracción no se transformó en votos pues sus propuestas programáticas no eran de fiar. Ayudados por la memoria, decidimos confiar por la capacidad que atribuimos a un candidato o coalición de comportarse fielmente a lo que comúnmente una sociedad espera de sus gobernantes.

En Chile la Concertación no ha decidido unilateralmente continuar gobernando, más bien los ciudadanos sobre la base de sus preferencias y poder soberano han manifestado su voluntad que así sea. Es muy probable que la evaluación que los ciudadanos hacen de cómo la Concertación ha influido en la mejora de sus condiciones de vida, en sus oportunidades de acceso a bienes públicos y privados o en los niveles de paz social que el país goza haya influido para que ellos otorguen su confianza a la misma coalición durante 16 años sucesivos. Esa confianza se refiere probablemente a la capacidad que la Concertación ha tenido para cumplir con las expectativas creadas y con las aspiraciones legítimas de los chilenos.

Ahora bien, contrariamente a lo que se ha dicho en estas semanas, quizá podría afirmarse que el país sí ha tenido alternancia del poder en lo que va de democracia. El problema es que ella estaría circunscrita al interior de una sola coalición. Esa alternancia estaría dada por la riqueza interna que tiene la Concertación como coalición pluripartidista. La ciudadanía no habría visto en estos años una alternativa de gobierno en la oposición. Más bien ha encontrado en la misma coalición gobernante alternativas confiables para conducir el país. Dos presidentes democratacristianos, luego un Presidente progresista de tendencia humanista laica y ahora una candidata planteada como continuidad pero con un liderazgo inédito para Chile y Sudamérica son expresión de cómo los chilenos han hecho uso efectivo de su poder soberano para hacer variar a sus gobernantes.

Contrariamente, la derecha chilena en lo que va de democracia no ha ganado ninguna elección. Podría suponerse que mientras la ciudadanía sancione a través del voto que la derecha es una alternativa menos fiable para ejercer el poder no habrá “alternancia en el poder entre coaliciones”, sino sólo y tal como ha sido hasta ahora, “alternancia intracoalición”. Esto plantea una peculiar dinámica de alternancia de la democracia chilena y que según los análisis más serios provenientes de uno y otro lado veremos nuevamente el próximo domingo.

Para la Concertación el desafío estará en concretar las políticas pendientes y sobreponerse a la legítima duda de corrupción que recae sobre todos los gobiernos que luego de sucesivas elecciones conservan el poder. Asimismo, la Concertación por primera vez tendrá mayoría parlamentaria. La denominada nueva bancada de izquierda se apresta a implementar una serie de iniciativas controversiales y sensibles para algunos sectores. Por lo tanto, la necesidad de llegar a acuerdos al interior de la coalición será mucho mayor que en el pasado. La continuidad como bloque que sabe vivir en diferencia y mantener equilibrios será puesta a prueba como nunca antes. En definitiva, la confianza en su capacidad de hacer política estará en juego. También será de escrutinio público el nuevo liderazgo que la Concertación ha planteado al país a través de una candidata más convocante y reñida con el perfil del político clásico. Esta será una vitrina para que la ciudadanía observe la capacidad que la Concertación tiene de renovarse internamente, tomar riesgos y salir airoso de ello.

Por su parte, una presunta derrota de la Alianza reflejaría que esta no ha sabido transmitir confianza a los ciudadanos para representar sus intereses ni articularse políticamente –léase llegar a acuerdos- para ese fin. Pero la confianza es dinámica y en el escenario postelección, la derecha será nuevamente puesta a prueba desde el primer día y su tarea será dar fe de la palabra empeñada si aspira a la alternancia el 2010. Al menos tres expectativas han sido creadas. Por primera vez en el sector se ha materializado en una candidatura el anhelo de una derecha moderna, democrática y preocupada genuinamente por los asuntos del bienestar de las personas. El desafío será dar continuidad y profundizar políticamente la formación del nuevo referente que la candidatura de Piñera ha insinuado con fuerza. Será asimismo objeto de escrutinio público la veracidad del alto al fuego declarado para la segunda vuelta entre la UDI y RN. De haberse tratado sólo de un pacto momentáneo y en base a la buena fe de Lavín, la credibilidad pública del sector se verá debilitada. También será foco de atención si Piñera se repliega a sus asuntos privados o si lidera su vociferado nuevo referente “humanista-cristiano-de-centro-derecha”. Por último, muchas promesas de campaña para mejorar el bienestar de las personas serán recordadas una vez que la derecha se pronuncie en el Parlamento ante la ola de reformas que la Concertación ha anunciado a los sistemas previsionales, salud y educación. Llamará la atención de los ciudadanos el eventual apoyo de la derecha a estas políticas progresistas y la capacidad de crear propuestas nuevas. El 16 de enero la derecha, entonces, comenzará nuevamente a ser evaluada como alternativa de gobierno, y todos estos aspectos que ayudan a construir confianza estarán en juego.

En suma, lograr alternancia en el poder, para las coaliciones que son oposición, está lejos de ser un derecho adquirido, más bien se alcanza cuando aumenta la confianza de los electores en su capacidad de gobierno y de representar sus demandas e intereses a través de políticas eficaces. Este será el principal desafío de la derecha en adelante. La Concertación, en cambio, tiene la tarea nuevamente de responder a las expectativas ciudadanas y de hacer del futuro lo que la gente más o menos espera de él. Sin embargo, luego de 16 años gobernando corre el riesgo de fatigarse, perder iniciativa y credibilidad, o en el extremo caer en vicios, todo lo cual pondría en riesgo la confianza ganada. Si por el contrario un eventual gobierno de Michelle Bachelet logra implementar políticas de continuidad y cambio que representen el interés mayoritario del país, la alternancia “intracoalición” marcará por el momento el límite de opciones que los ciudadanos estiman disponibles para gobernar el país.

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Alejandro Carrasco. Sociólogo y magister en ciencia política (PUC), actualmente cursa un PhD en Cambridge.